Tengo suerte y soy consciente de ello y es la razón por
la que creo que siempre he sentido un pellizco en el corazón con los que no son
tan afortunados.
Un accidente, una enfermedad, complicaciones económicas…
son cosas de las que nadie estamos a salvo independientemente de su tipo de
vida.
También soy optimista: cuando una lesión me impide salir
a correr me borro cualquier lamento pensando que lo mío se pasará en un par de
semanas pero que hay gente que nunca podrá calzarse unas zapatillas aunque
quiera.
Todo esto es el germen de YO CORRO, TÚ DONAS.
Y soy un tío con suerte porque tengo unos amigos que me
arropan y me acompañan. Este proyecto ha servido para juntar un poco de dinero
y que se conozca la labor de Pyfano, pero también para que ocho amigos hayamos
estado durante tres meses al pie del cañón con entrenamientos, preparaciones,
una web, tocando puertas y generando ilusión.
En unas horas pondremos nuestras cabezas y cuentas en
orden y os contaremos con detalles cómo fue la carrera. Ahora hay que descansar
y reponernos que mañana es lunes y bay que trabajar.
Doy gracias a la gente que nos ha patrocinado, a los que
nos han ayudado a dar a conocer esta locura y a los que nos han felicitado por
intentar hacer del mundo un lugar un poquito mejor.
Pero sobre todo doy las gracias a Ana, Sabela, Úrsula,
Manolo, José Luis, Fran y Juan porque me han regalado su bien más preciado: su
tiempo.
Jesús.